Encontrados 1003 resultados para: oro

  • toda la comunidad supo que Aarón había muerto. Y todo Israel lloró a Aarón durante treinta días. (Números 20, 29)

  • Pero Balaam respondió a los servidores de Balac: "Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir, ni siquiera en lo más mínimo, una orden del Señor, mi Dios. (Números 22, 18)

  • El Señor abrió los ojos de Balaam, y este vio al Ángel del Señor parado en el camino, con la espada desenvainada en su mano; se inclinó y lo adoró con el rostro en tierra. (Números 22, 31)

  • ‘Aunque Balac me diera su casa llena de plata y oro, yo no podría transgredir una orden del Señor, haciendo algo por mi cuenta, ni bueno ni malo. Yo debo decir únicamente lo que dice el Señor’. (Números 24, 13)

  • que lo invitaron a participar de los sacrificios en honor de su dios. El pueblo comió de ellos y adoró a ese dios. (Números 25, 2)

  • Después de lo cual la tierra abrió sus fauces y los devoró junto con Coré, cuando murió aquel grupo y el fuego devoró a los doscientos cincuenta hombres, para que sirvieran de escarmiento. (Números 26, 10)

  • ya sea oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo, (Números 31, 22)

  • Por eso hemos traído, como ofrenda al Señor, los objetos de oro que ha recogido cada uno: pulseras, brazaletes, anillos, aros y pendientes. Así se hará en favor nuestro el rito de expiación delante del Señor". (Números 31, 50)

  • Entonces Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron de ellos todo ese oro, todas esas joyas. (Números 31, 51)

  • El oro que los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados ofrecieron como tributo al Señor, llegó a un total de dieciséis mil setecientos cincuenta siclos. (Números 31, 52)

  • Moisés y el sacerdote Eleazar recibieron el oro de los oficiales, y lo llevaron a la Carpa del Encuentro, como memorial de los israelitas delante del Señor. (Números 31, 54)

  • Ustedes, por su parte, prendan fuego a las estatuas de sus dioses. Y no codicies la plata y el oro de que están recubiertas, ni te quedes con ellos, para no caer en una trampa. Porque eso es una abominación para el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 7, 25)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina