Encontrados 77 resultados para: pasa

  • Lo mismo pasa con el artesano y el constructor, que trabajan día y noche; con los que graban las efigies de los sellos y modifican pacientemente los diseños: ellos se dedican a reproducir el modelo y trabajan hasta tarde para acabar la obra. (Eclesiástico 38, 27)

  • Lo mismo pasa con el herrero, sentado junto al yunque, con la atención fija en el hierro que forja: el vaho del fuego derrite su carne y él se debate con el calor de la fragua; el ruido del martillo ensordece sus oídos y sus ojos están fijos en el modelo del objeto; pone todo su empeño en acabar sus obras y se desvela por dejarlas bien terminadas. (Eclesiástico 38, 28)

  • Lo mismo pasa con el alfarero, sentado junto a su obra, mientras hace girar el torno con sus pies: está concentrado exclusivamente en su tarea y apremiado por completar la cantidad; (Eclesiástico 38, 29)

  • No pasa lo mismo con el que consagra su vidaa reflexionar sobre la Ley del Altísimo. Él busca la sabiduría de todos los antiguos y dedica su tiempo a estudiar las profecías; (Eclesiástico 39, 1)

  • Hubo también una alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá; pero esa herencia real pasa del padre a uno solo de sus hijos, mientras que la de Aarón pasa a toda su descendencia. (Eclesiástico 45, 25)

  • ¡Escuchen! ¡Un tumulto en las montañas, algo así como una inmensa muchedumbre! ¡Escuchen! ¡Un alboroto de reinos, de naciones congregadas! Es el Señor de los ejércitos que pasa revista al ejército para la batalla. (Isaías 13, 4)

  • Sí, en medio de la tierra, entre las naciones, sucederá lo que pasa con el olivo, cuando se bajan a golpes las aceitunas, o cuando todavía quedan unos racimos, una vez acabada la vendimia. (Isaías 24, 13)

  • ¿Acaso el que ara para sembrar se pasa todo el día arando, abriendo surcos y rastrillando su terreno? (Isaías 28, 24)

  • El hinojo no se trilla con el rastrillo, no se pasa sobre el comino la rueda del carro: el hinojo se golpea con la vara y el comino con el bastón. (Isaías 28, 27)

  • ¿Por qué dices, Jacob, y lo repites tú, Israel: "Al Señor se le oculta mi camino y mi derecho pasa desapercibido a mi Dios"? (Isaías 40, 27)

  • Él los persigue y pasa sano y salvo, sin tocar el camino con sus pies. (Isaías 41, 3)

  • Tal vez te digas entonces: "¿Por qué me pasa esto?". Por tu gran iniquidad te han levantado las faldas, han sido violados tus talones. (Jeremías 13, 22)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina