Encontrados 340 resultados para: profeta elías

  • Cuando se enteró el profeta que lo había hecho volver atrás, dijo: "¡Es el hombre de Dios que se rebeló contra la orden del Señor! El Señor lo entregó al león, que lo destrozó y lo mató, según la palabra que le había dicho el Señor". (I Reyes 13, 26)

  • El viejo profeta recogió el cadáver del hombre de Dios, lo cargó sobre el asno y lo llevó a la ciudad para hacer duelo por él y enterrarlo. (I Reyes 13, 29)

  • Después que lo enterraron, el profeta habló así a sus hijos: "Cuando yo muera, me enterrarán en la tumba donde ha sido sepultado el hombre de Dios; depositen mis huesos junto a los suyos, (I Reyes 13, 31)

  • Entonces este dijo a su esposa: "Disfrázate para que nadie sepa que eres la mujer de Jeroboám, y ve a Silo. Allí habita Ajías, el profeta que predijo que yo reinaría sobre este pueblo. (I Reyes 14, 2)

  • Lo sepultaron, y todo Israel se lamentó por él, conforme a la palabra que había dicho el Señor, por medio de su servidor, el profeta Ajías. (I Reyes 14, 18)

  • Además, por medio del profeta Jehú, hijo de Jananí, la palabra del Señor fue dirigida a Basá y a su casa, por todo el mal que este había hecho a los ojos del Señor, provocando su indignación con la obra de sus manos, hasta el punto de llegar a ser como la casa de Jeroboám, y también por haber exterminado su estirpe. (I Reyes 16, 7)

  • Zimrí exterminó a toda la casa de Basá, conforme a la palabra que el Señor había pronunciado contra él por medio del profeta Jehú, (I Reyes 16, 12)

  • Elías el tisbita, de Tisbé en Galaad, dijo a Ajab: "¡Por la vida del Señor, el Dios de Israel, a quien yo sirvo, no habrá estos años rocío ni lluvia, a menos que yo lo diga!". (I Reyes 17, 1)

  • Entonces la palabra del Señor llegó a Elías en estos términos: (I Reyes 17, 8)

  • Elías le dijo: "No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. (I Reyes 17, 13)

  • Ella se fue e hizo lo que le había dicho Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. (I Reyes 17, 15)

  • El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había pronunciado el Señor por medio de Elías. (I Reyes 17, 16)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina