Encontrados 55 resultados para: puestos

  • Luego salieron de la carpa y regresaron a sus puestos. (Judit 8, 36)

  • Después, cuando despunte el alba y se levante el sol sobre la tierra, cada uno de ustedes tomará sus armas de combate, y todos los que puedan hacerlo saldrán de la ciudad. Pónganles al frente un jefe como si fueran a descender a la llanura, hasta los puestos de avanzada de los asirios, pero no bajen. (Judit 14, 2)

  • Los que estaban más cerca de él, eran Carsená, Setar, Admatá, Tarsís, Meres, Marsená y Memucán, los siete jefes de Persia y de Media que pertenecían al consejo real y ocupaban los primeros puestos en el reino. (Ester 1, 14)

  • Yo te instruiré, te enseñaré el camino que debes seguir; con los ojos puestos en ti, seré tu consejero. (Salmos 32, 8)

  • Serán puestos como ovejas en el Abismo, la Muerte será su pastor; bajarán derecho a la tumba, su figura se desvanecerá y el Abismo será su mansión. (Salmos 49, 15)

  • Los hombres no son más que un soplo, los poderosos son sólo una ficción: puestos todos juntos en una balanza, pesarían menos que el viento. (Salmos 62, 10)

  • los que estaban emboscados salieron de sus puestos y entraron en combate. (I Macabeos 11, 69)

  • Al ponerse el sol, Jonatán ordenó a sus hombres que velaran toda la noche con las armas en la mano, listos para entrar en combate, y estableció puestos de avanzada alrededor del campamento. (I Macabeos 12, 27)

  • Mientras el Sumo Sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, cubiertos con las mismas vestiduras y, puestos de pie, le dijeron: "Da muchas gracias al Sumo Sacerdote Onías, porque por su intercesión el Señor te concede la vida. (II Macabeos 3, 33)

  • el sabio tiene los ojos bien puestos, mientras que el necio camina en tinieblas. Pero yo sé también que a los dos les espera la misma suerte. (Eclesiastés 2, 14)

  • el necio es promovido a los puestos más altos y los nobles rebajados a los puestos inferiores. (Eclesiastés 10, 6)

  • a unos los bendijo y exaltó, los consagró y los acercó a él; a otros los maldijo y humilló, y los derribó de sus puestos. (Eclesiástico 33, 12)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina