Encontrados 18 resultados para: registro

  • Pero Raquel había tomado los ídolos, los había guardado en la montura del camello y se había sentado encima de ellos. Después que Labán registró toda la carpa sin obtener ningún resultado, (Génesis 31, 34)

  • El mayordomo las registró, empezando por la del mayor y terminando por la del menor, y la copa fue hallada en la bolsa de Benjamín. (Génesis 44, 12)

  • Así los registró Moisés en el desierto del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado. (Números 1, 19)

  • No inscribas en el registro a la tribu de Leví ni la incluyas en el censo de los israelitas. (Números 1, 49)

  • Inscribe en un registro, por familias y por clanes, a todos los levitas varones que tengan más de un mes. (Números 3, 15)

  • Moisés los registró, según la orden que había recibido del Señor. (Números 3, 16)

  • Estos fueron los inscritos en el registro de los clanes de los quehatitas, todos los que prestaban servicio en la Carpa del Encuentro. Moisés y Aarón los registraron, según la orden que el Señor había dado por medio de Moisés. (Números 4, 37)

  • Los inscritos en el registro de los gersonitas, por clanes y por familias, (Números 4, 38)

  • Los inscritos en el registro de los meraritas, por clanes y por familias, (Números 4, 42)

  • Estos fueron los inscritos en el registro de los clanes de los meraritas, que Moisés y Aarón registraron según la orden que el Señor había dado por medio de Moisés. (Números 4, 45)

  • En el censo se registró un total de 23.000 levitas varones, mayores de un mes. Ellos no figuraron en el censo de los demás israelitas, porque no se les había asignado una propiedad hereditaria entre los israelitas. (Números 26, 62)

  • David junto con Sadoc, de los hijos de Eleazar, y con Ajimélec, de los hijos de Itamar, los dividió en clases y los registró según sus funciones. (I Crónicas 24, 3)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina