Encontrados 30 resultados para: reside

  • Yo amo la Casa donde habitas, el lugar donde reside tu gloria. (Salmos 26, 8)

  • En aquel tiempo, se llevarán dones al Señor de los ejércitos de parte de un pueblo esbelto y bronceado, de un pueblo temible de cerca y de lejos, de una nación vigorosa y dominadora, cuyo país está surcado de ríos: se llevarán hasta el lugar donde reside el Nombre del Señor de los ejércitos, a la Montaña de Sión. (Isaías 18, 7)

  • Porque si un hombre de Israel, o un extranjero que reside en Israel, se aleja de mí, erige en su corazón un altar para sus ídolos y pone delante de sí lo que es ocasión de sus culpas, y si luego se presenta al profeta para consultarme, yo mismo, el Señor, me veré obligado a responderle. (Ezequiel 14, 7)

  • Juro por mi vida -oráculo del Señor- que él morirá en Babilonia, en el lugar donde reside el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento despreció y cuyo pacto quebrantó. (Ezequiel 17, 16)

  • En ti se desprecia al padre y a la madre, se extorsiona al extranjero que reside en medio de ti, y se oprime al huérfano y a la viuda. (Ezequiel 22, 7)

  • Finalmente, se presentó ante mí Daniel -llamado Beltsasar, según el nombre de mi dios- en quien reside el espíritu de los dioses santos, y yo conté el sueño delante de él: (Daniel 4, 5)

  • "Beltsasar, jefe de los magos, yo sé que en ti reside el espíritu de los dioses santos y que ningún misterio te desconcierta: escucha las visiones del sueño que he tenido y dime su interpretación. (Daniel 4, 6)

  • Este es el sueño que tuve, yo, el rey Nabucodonosor; y tú, Beltsasar, dame su interpretación, porque ninguno de los sabios de mi reino ha podido hacérmela conocer. Tú sí que eres capaz de hacerlo, porque en ti reside el espíritu de los dioses santos". (Daniel 4, 15)

  • Yo he oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses, y que se han hallado en ti clarividencia, perspicacia y una sabiduría superior. (Daniel 5, 14)

  • El Señor reside en su santo Templo, ¡guarde silencio toda la tierra delante de él! (Habacuc 2, 20)

  • Pero entonces, no soy yo quien hace eso, sino el pecado que reside en mí, (Romanos 7, 17)

  • Pero cuando hago lo que no quiero, no soy yo quien lo hace, sino el pecado que reside en mí. (Romanos 7, 20)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina