Encontrados 277 resultados para: rostro

  • No hay nadie que invoque tu Nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas. (Isaías 64, 6)

  • Ve entonces a gritar estas palabras hacia el Norte: ¡Vuelve, apóstata Israel -oráculo del Señor- y no te mostraré un rostro severo, porque yo soy misericordioso -oráculo del Señor- y no guardo rencor para siempre. (Jeremías 3, 12)

  • ¿Acaso tus ojos, Señor, no están puestos en la verdad? Tú los golpeaste, y no les dolió, los exterminaste, y rehusaron aceptar la lección; endurecieron su rostro más que una roca, no quisieron convertirse. (Jeremías 5, 3)

  • Los arrojaré lejos de mi rostro, como arrojé a todos los hermanos de ustedes, a toda la descendencia de Efraím. (Jeremías 7, 15)

  • yo, a mi vez, te alzaré las faldas hasta el rostro para que se vea tu vergüenza. (Jeremías 13, 26)

  • Pero yo no te instigué a mandar una desgracia ni he deseado el día irreparable. Tú lo sabes: lo que salía de mi boca está patente delante de tu rostro. (Jeremías 17, 16)

  • Yo los dispersaré como el viento del este delante del enemigo: yo les mostraré la espalda, no el rostro, en el día de su ruina. (Jeremías 18, 17)

  • Porque yo he vuelto mi rostro hacia esta ciudad para mal y no para bien -oráculo del Señor-: ella será entregada en manos del rey de Babilonia, que la hará arder por el fuego". (Jeremías 21, 10)

  • ¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá lo hicieron morir? ¿No temió él al Señor y aplacó el rostro del Señor, de suerte que el Señor se arrepintió del mal con que los había amenazado? Nosotros, en cambio, estamos por hacernos un daño enorme a nosotros mismos". (Jeremías 26, 19)

  • Sí, esta ciudad ha sido para mí un motivo de ira y de furor, desde el día en que fue edificada hasta el día de hoy, y yo la apartaré lejos de mi rostro, (Jeremías 32, 31)

  • Ellos me han vuelto la espalda, no el rostro; y aunque traté de enseñarles incansablemente, no han escuchado ni aprendido la lección. (Jeremías 32, 33)

  • a fin de combatir a los caldeos y llenar la ciudad con los cadáveres de los hombres que yo herí en mi ira y en mi furor, porque oculté mi rostro a esta ciudad a causa de todas sus maldades: (Jeremías 33, 5)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina