Encontrados 115 resultados para: séptimo

  • el sexto, Atai; el séptimo, Eliel; (I Crónicas 12, 12)

  • el quinto, Elám; el sexto, Iehojanán, y el séptimo, Eliehoenai. (I Crónicas 26, 3)

  • el sexto, Amiel; el séptimo, Isacar, y el octavo, Peuletai. Dios, en efecto, lo había bendecido. (I Crónicas 26, 5)

  • El séptimo, el del séptimo mes, era Jeles, el pelonita, de los descendientes de Efraím: su división tenía 24.000 hombres. (I Crónicas 27, 10)

  • Todos los hombres de Israel se reunieron junto al rey durante la Fiesta del séptimo mes. (II Crónicas 5, 3)

  • El día veintitrés del séptimo mes, Salomón despidió al pueblo y ellos se fueron a sus campamentos, con el corazón desbordante de alegría por el bien que el Señor había hecho a David, a Salomón y a su pueblo Israel. (II Crónicas 7, 10)

  • Al séptimo año, Iehoiadá se armó de valor y reunió a los centuriones: a Azarías, hijo de Ierojám, a Ismael, hijo de Iehojanán, a Azarías, hijo de Obed, a Maaseías, hijo de Adaías, y a Elisafat, hijo de Zicrí. Hizo un pacto con ellos, (II Crónicas 23, 1)

  • Comenzaron a hacer los montones en el tercer mes, y en el séptimo ya habían terminado. (II Crónicas 31, 7)

  • Cuando llegó el séptimo mes, los israelitas ya estaban en sus respectivas ciudades y todo el pueblo se congregó en Jerusalén como un solo hombre. (Esdras 3, 1)

  • Desde el primer día del séptimo mes, se comenzó a ofrecer holocaustos al Señor, cuando todavía no se habían puesto los cimientos del Templo del Señor. (Esdras 3, 6)

  • El séptimo año del reinado de Artajerjes, subieron a Jerusalén un buen número de israelitas, de sacerdotes, de levitas, de cantores, de porteros y de empleados del Templo. (Esdras 7, 7)

  • Esdras llegó a Jerusalén en el quinto mes del séptimo año del reinado de Artajerjes. (Esdras 7, 8)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina