Encontrados 1527 resultados para: tierra prometida

  • Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. (Apocalipsis 12, 4)

  • Y así fue precipitado el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado sobre la tierra con todos sus ángeles. (Apocalipsis 12, 9)

  • ¡Que se alegren entonces el cielo y sus habitantes, pero ay de ustedes, tierra y mar, porque el Diablo ha descendido hasta ustedes con todo su furor, sabiendo que le queda poco tiempo!». (Apocalipsis 12, 12)

  • El Dragón, al verse precipitado sobre la tierra, se lanzó en persecución de la Mujer que había dado a luz al hijo varón. (Apocalipsis 12, 13)

  • Pero la tierra vino en ayuda de la Mujer: abrió su boca y se tragó el río que el Dragón había vomitado. (Apocalipsis 12, 16)

  • Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal ya estaba cicatrizada. Toda la tierra, maravillada, siguió a la Bestia, (Apocalipsis 13, 3)

  • Y la adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no figuran, desde la creación del mundo, en el Libro de la Vida del Cordero que ha sido inmolado. (Apocalipsis 13, 8)

  • En seguida vi surgir de la tierra otra Bestia que tenía dos cuernos como los de un cordero, pero hablaba como un dragón. (Apocalipsis 13, 11)

  • Esta Bestia ejercía todo el poder de la primera y estaba a su servicio; y logró que la tierra y sus habitantes adoraran a la primera Bestia, a aquella cuya llaga mortal se había cicatrizado. (Apocalipsis 13, 12)

  • También realizaba grandes prodigios, llegando a hacer descender fuego del cielo sobre la tierra a la vista de todos. (Apocalipsis 13, 13)

  • Y por los prodigios que realizaba al servicio de la primera Bestia, sedujo a los habitantes de la tierra para que fabricaran una imagen en honor de aquella que fue herida por la espada y sobrevivió. (Apocalipsis 13, 14)

  • los elegidos cantaban un canto nuevo delante del trono de Dios, y delante de los cuatro Seres Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender este himno, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra. (Apocalipsis 14, 3)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina