Encontrados 195 resultados para: utensilios de bronce

  • y pesé delante de ellos la plata, el oro y los utensilios, que el rey, sus consejeros y sus funcionarios y todos los israelitas residentes allí, habían ofrecido para la Casa de nuestro Dios. (Esdras 8, 25)

  • Pesé y puse en sus manos seiscientos cincuenta talentos de plata, utensilios de plata por valor de cien talentos, cien talentos de oro, (Esdras 8, 26)

  • veinte copas de oro de mil dáricos y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como el oro. (Esdras 8, 27)

  • Luego les dije: "Ustedes están consagrados al Señor; estos utensilios son sagrados; esta plata y este oro son una ofrenda voluntaria para el Señor, el Dios de nuestros padres. (Esdras 8, 28)

  • Los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios que habían sido pesados, para trasladarlos a Jerusalén, a la Casa de nuestro Dios. (Esdras 8, 30)

  • El cuarto día, fueron pesados la plata, el oro y los utensilios en la Casa de nuestro Dios, y se entregó todo al sacerdote Meremot, hijo de Urías, y a Eleazar, hijo de Pinjás, junto a los cuales estaban los levitas Josabad, hijo de Josué, y Noadías, hijo de Binuí. (Esdras 8, 33)

  • Porque en esos depósitos los israelitas y los hijos de Leví colocarán las ofrendas de trigo, de vino nuevo y aceite fresco. Allí están también los utensilios del Santuario, los sacerdotes que prestan servicio, los porteros y los cantores. Así no descuidaremos la Casa de nuestro Dios. (Nehemías 10, 40)

  • había acondicionado para este una habitación amplia, donde antes se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino nuevo y del aceite fresco, o sea, lo que estaba mandado para los levitas, los cantores y los porteros, y lo reservado para los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)

  • Luego mandé purificar las habitaciones e hice poner de nuevo allí los utensilios de la Casa de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)

  • Ragüel le entregó en seguida a Sara, con la mitad de todos sus bienes en servidores y servidoras, en bueyes, carneros, asnos y camellos, en vestidos, plata y utensilios. (Tobías 10, 10)

  • ¿Tengo acaso la resistencia de las piedras o es de bronce mi carne? (Job 6, 12)

  • ¡Ah, si se escribieran mis palabras y se las grabara en el bronce; (Job 19, 23)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina