Encontrados 158 resultados para: valle de la decisión

  • otro se dirigió a Bet Jorón, y otro a la altura que domina el valle de las Hienas, hacia el desierto. (I Samuel 13, 18)

  • También Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle del Terebinto, y se dispusieron en orden de batalla frente a los filisteos. (I Samuel 17, 2)

  • Estos filisteos estaban apostados en un monte, y los israelitas en el del lado opuesto, con el valle de por medio. (I Samuel 17, 3)

  • Saúl está con ellos y con todos los hombres de Israel en el valle del Terebinto, combatiendo contra los filisteos". (I Samuel 17, 19)

  • El sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo que tú derrotaste en el valle del Terebinto, está allí, envuelta en un paño, detrás del efod. Tómala, si quieres, porque aquí no hay otra". "No hay otra espada igual a esa, respondió David: ¡dámela!". (I Samuel 21, 10)

  • Los hombres de Israel que estaban al otro lado del valle y los que estaban al otro lado del Jordán, al ver que los israelitas huían y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron las ciudades y se dieron a la fuga. Luego vinieron los filisteos y se establecieron allí. (I Samuel 31, 7)

  • Los filisteos llegaron y se desplegaron en el valle de Refaím. (II Samuel 5, 18)

  • Luego los filisteos subieron una vez más, y se desplegaron por el valle de Refaím. (II Samuel 5, 22)

  • David adquirió gran renombre cuando volvió de derrotar a dieciocho mil arameos en el valle de la Sal. (II Samuel 8, 13)

  • Absalón se había erigido en vida una piedra conmemorativa, que está en el valle del Rey. Porque él decía: "Yo no tengo un hijo para perpetuar mi nombre". A esa estela la había llamado con su nombre, y se la llama "Monumento de Absalón" hasta el día de hoy. (II Samuel 18, 18)

  • Tres de los Treinta bajaron juntos, durante el tiempo de la cosecha, y se unieron a David en la cueva de Adulám, mientras un destacamento de los filisteos acampaba en el valle de Refaím. (II Samuel 23, 13)

  • Cruzaron el Jordán y acamparon en Aroer, al sur de la ciudad que está en el valle del torrente de Gad, dirigiéndose luego a Iazer. (II Samuel 24, 5)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina