Encontrados 36 resultados para: verdadera adoración

  • El pueblo creyó; y cuando oyeron que el Señor había visitado a los israelitas y había visto su opresión, se postraron en señal de adoración (Exodo 4, 31)

  • les responderán: ‘Este es el sacrificio de la Pascua del Señor, que pasó de largo en Egipto por las casas de los israelitas, cuando castigó a los egipcios y salvó a nuestras familias’". El pueblo se postró en señal de adoración. (Exodo 12, 27)

  • y si la inflamación continúa extendiéndose por la piel, deberá declararlo impuro: es una verdadera afección. (Levítico 13, 22)

  • Pero si la acusación resulta verdadera y no aparecen las pruebas de la virginidad de la joven, (Deuteronomio 22, 20)

  • Los judíos pasaron al filo de la espada a todos sus enemigos: fue una verdadera masacre, un exterminio. Trataron como quisieron a los que los odiaban, (Ester 9, 5)

  • No quites de mi boca la palabra verdadera, porque puse mi esperanza en tus juicios. (Salmos 119, 43)

  • Fue una verdadera matanza de jóvenes y ancianos, una masacre de muchachos, mujeres y niños, una carnicería de muchachas y niños de pecho. (II Macabeos 5, 13)

  • Al oír estas palabras, que consideraban una verdadera locura, los que lo conducían cambiaron en crueldad la benevolencia que antes le habían demostrado. (II Macabeos 6, 29)

  • y la gente, seducida por el encanto de la obra, convirtió en objeto de adoración al que poco antes honraba como a un hombre. (Sabiduría 14, 20)

  • El año tercero de Ciro, rey de Persia, una palabra fue revelada a Daniel, que había recibido el nombre de Beltsasar. Esta palabra es verdadera y se refiere a un gran combate. Él prestó atención a la palabra y le fue dada la inteligencia en el transcurso de la visión. (Daniel 10, 1)

  • La verdadera doctrina estaba en su boca y en sus labios no había maldad; él caminaba conmigo en paz y con rectitud, y apartaba a muchos del mal. (Malaquías 2, 6)

  • La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. (Juan 1, 9)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina