Encontrados 55 resultados para: yugo

  • ¡Feliz el que está al resguardo de ella y no ha quedado expuesto a su furor, el que no ha tirado de su yugo ni ha sido atado a sus cadenas! (Eclesiástico 28, 19)

  • Porque su yugo es un yugo de hierro y sus cadenas son cadenas de bronce. (Eclesiástico 28, 20)

  • El yugo y las riendas doblegan la nuca, y para el servidor perverso, están la tortura y el tormento. (Eclesiástico 33, 27)

  • Una penosa tarea ha sido impuesta a todo hombrey un yugo pesado agobia a los hijos de Adán, desde el día que salen del vientre materno, hasta el día que retornan a la madre común. (Eclesiástico 40, 1)

  • pongan el cuello bajo su yugo, y que sus almas reciban la instrucción: ella está tan cerca que se la puede alcanzar. (Eclesiástico 51, 26)

  • Porque el yugo que pesaba sobre él, la barra sobre su espalda y el palo de su carcelero, todo eso lo has destrozado como en el día de Madián. (Isaías 9, 3)

  • Aquel día, su carga será quitada de tus espaldas y su yugo se apartará de tu cuello. Avanza el devastador por el lado de Rimón, (Isaías 10, 27)

  • Yo haré pedazos a Asiria en mi tierra y la pisotearé sobre mis montañas; su yugo será quitado de encima de ellos y su carga se apartará de sus espaldas". (Isaías 14, 25)

  • Yo estaba irritado contra mi pueblo, profané mi herencia, y los entregué en tus manos. Tú no les tuviste compasión: hasta al anciano lo abrumaste con el peso de tu yugo. (Isaías 47, 6)

  • Este es el ayuno que yo amo -oráculo del Señor-: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; (Isaías 58, 6)

  • Sí, hace mucho que has quebrado tu yugo, has roto tus ataduras y has dicho: "¡No serviré!". Sí, sobre toda colina elevada y bajo todo árbol frondoso, te has acostado, te has prostituido. (Jeremías 2, 20)

  • Me dirigiré a los grandes y les hablaré: Ellos sí que conocen el camino del Señor, el derecho de su Dios". Pero también ellos han quebrado el yugo, han roto las ataduras. (Jeremías 5, 5)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina