Encontrados 639 resultados para: Éstos

  • Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.» (Números 16, 26)

  • si mueren estos hombres como muere cualquier mortal, alcanzados por la sentencia común a todo hombre, es que Yahveh no me ha enviado. (Números 16, 29)

  • Como se amotinaba la comunidad contra Moisés y Aarón, se volvieron éstos hacia la Tienda del Encuentro. Y vieron que la Nube la había cubierto y se había aparecido la gloria de Yahveh. (Números 17, 7)

  • Hijos de Eliab: Nemuel, Datán y Abirón. Estos Datán y Abirón eran famosos en la comunidad y se rebelaron contra Moisés y Aarón con la cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra Yahveh. (Números 26, 9)

  • Estos eran los hijos de Efraím, por clanes: de Sutélaj, el clan sutelajita; de Beker, el clan bekerita; de Taján, el clan tajanita. (Números 26, 35)

  • Estos son los hijos de Sutélaj: de Erán, el clan eranita. (Números 26, 36)

  • Estos eran los hijos de Dan, por clanes: de Sujam, el clan sujamita. Estos eran los clanes de Dan, por clanes: (Números 26, 42)

  • «A éstos les has de repartir la tierra en herencia, conforme al número de alistados: (Números 26, 53)

  • Estos fueron los alistados de Leví, por clanes. De Guerson, el clan guersonita; de Quehat, el clan quehatita; de Merarí, el clan merarita. (Números 26, 57)

  • Estos eran los clanes de Leví: el clan libnita, el clan hebronita, el clan majlita, el clan musita, el clan coreíta. Quehat engendró a Amram. (Números 26, 58)

  • Estos fueron los revistados por Moisés y el sacerdote Eleazar. Revistaron a los israelitas en las Estepas de Moab, cerca del Jordán a la altura de Jericó. (Números 26, 63)

  • «Manda a los israelitas en estos términos: Tendréis cuidado de traer a su tiempo mi ofrenda, mi alimento, manjares míos abrasados de calmante aroma. (Números 28, 2)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina