Encontrados 241 resultados para: Abraham

  • Recordando su palabra sagrada dada a Abraham su servidor, (Salmos 105, 42)

  • ¿No fue hallado Abraham fiel en la prueba y se le reputó por justicia? (I Macabeos 2, 52)

  • Se ha encontrado un documento relativo a espartanos y judíos de que son hermanos y que son de la raza de Abraham. (I Macabeos 12, 21)

  • Que Dios os llene de bienes y recuerde su alianza con Abraham, Isaac y Jacob, sus fieles servidores. (II Macabeos 1, 2)

  • Abraham, padre insigne de una multitud de naciones, no se halló quien le igualara en gloria. (Eclesiástico 44, 19)

  • A Isaac le aseguró lo mismo, en gracia a su padre Abraham. (Eclesiástico 44, 22)

  • Por tanto, así dice Yahveh, Dios de la casa de Jacob, el que rescató a Abraham: «No se avergonzará en adelante Jacob, ni en adelante su rostro palidecerá; (Isaías 29, 22)

  • Y tú, Israel, siervo mío, Jacob, a quien elegí, simiente de mi amigo Abraham; (Isaías 41, 8)

  • Reparad en Abraham vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué. (Isaías 51, 2)

  • Porque tú eres nuestro Padre, que Abraham no nos conoce, ni Israel nos recuerda. Tú, Yahveh, eres nuestro Padre, tu nombre es «El que nos rescata» desde siempre. (Isaías 63, 16)

  • en ese caso también rechazaré el linaje de Jacob y de mi siervo David, para no escoger más de su linaje a quienes imperen sobre el linaje de Abraham, Isaac y Jacob, cuando yo haga tornar a sus cautivos y les tenga misericordia. (Jeremías 33, 26)

  • Yo les volveré a la tierra que bajo juramento prometí a sus padres, a Abraham, Isaac y Jacob, y tomarán posesión de ella. Los multiplicaré y ya no menguarán. (Baruc 2, 34)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina