Encontrados 105 resultados para: Bendito

  • Se acercó Tobit a Sarra, la mujer de su hijo, y la bendijo diciendo: «¡Bienvenida seas, hija! Y bendito sea tu Dios, hija, que te ha traído hasta nosotros. Bendito sea tu padre, y bendito Tobías, mi hijo, y bendita tú misma, hija. Bienvenida seas, entra en tu casa con gozo y bendición.» (Tobías 11, 17)

  • Y dijo: ¡Bendito sea Dios, que vive eternamente, y bendito sea su reinado! (Tobías 13, 1)

  • Las plazas de Jerusalén serán soladas con rubí y piedra de Ofir; las puertas de Jerusalén entonarán cantos de alegría y todas sus casas cantarán: ¡Aleluya! ¡Bendito sea el Dios de Israel! Y los benditos bendecirán el Santo Nombre por todos los siglos de los siglos. (Tobías 13, 17)

  • Todo el pueblo quedó lleno de estupor y postrándose adoraron a Dios y dijeron a una: «¡Bendito seas, Dios nuestro, que has aniquilado el día de hoy a los enemigos de tu pueblo!» (Judit 13, 17)

  • Ozías dijo a Judit: «¡Bendita seas, hija del Dios Altísimo más que todas las mujeres de la tierra! Y bendito sea Dios, el Señor, Creador del cielo y de la tierra, que te ha guiado para cortar la cabeza del jefe de nuestros enemigos. (Judit 13, 18)

  • dijo: «Desnudo salí del seno de mi madre, desnudo allá retornaré. Yahveh dio, Yahveh quitó: ¡Sea bendito el nombre de Yahveh!» (Job 1, 21)

  • ¡Bendito sea Yahveh, que ha oído la voz de mis plegarias! (Salmos 28, 6)

  • ¡Bendito sea Yahveh que me ha brindado maravillas de amor (en ciudad fortificada)! (Salmos 31, 22)

  • ¡Bendito sea Yahveh, Dios de Israel, desde siempre hasta siempre! ¡Amén! ¡Amén! (Salmos 41, 14)

  • ¡Bendito sea Dios, que no ha rechazado mi oración ni su amor me ha retirado! (Salmos 66, 20)

  • ¡Bendito sea el Señor día tras día! El carga con nosotros, Dios de nuestra salvación. (Salmos 68, 20)

  • ¡temible es Dios desde su santuario! El, el Dios de Israel, es quien da poder y fuerza al pueblo. ¡Bendito sea Dios! (Salmos 68, 36)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina