Encontrados 987 resultados para: David y Goliat
Hubo también alianza con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá, herencia real de hijo a hijo sólo, mientras la herencia de Aarón pasa a todo su linaje. (Eclesiástico 45, 25)
Después de él surgió Natán para profetizar en los días de David. (Eclesiástico 47, 1)
Como grasa puesta aparte en el sacrificio de comunión, así David de entre los hijos de Israel. (Eclesiástico 47, 2)
¿No mató de joven al gigante, y quitó el oprobio del pueblo, blandiendo en la mano la piedra de la honda y abatiendo la arrogancia de Goliat? (Eclesiástico 47, 4)
Pero el Señor no renuncia jamás a su misericordia, no deja que se pierdan sus palabras ni que se borre la descendencia de su elegido, el linaje de quien le amó no extirpa. Por eso dio a Jacob un resto, y un brote a David salido de él. (Eclesiástico 47, 22)
Sólo quedó un pueblo reducido, con un príncipe de la casa de David. Algunos de ellos hicieron lo agradable a Dios, pero otros multiplicaron los pecados. (Eclesiástico 48, 16)
Porque hizo Ezequías lo que agrada al Señor, y se mantuvo firme en los caminos de David su padre, como le ordenó el profeta Isaías, el grande y digno de fe en sus visiones. (Eclesiástico 48, 22)
Fuera de David, Ezequías y Josías, todos abundaron en sus culpas. Porque abandonaron la ley del Altísimo, los reyes de Judá fueron abandonados. (Eclesiástico 49, 4)
La casa de David había recibido este aviso: «Aram se ha unido con Efraím», y se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque por el viento. (Isaías 7, 2)
Dijo Isaías: «Oíd, pues, casa de David: ¿Os parece poco cansar a los hombres, que cansáis también a mi Dios? (Isaías 7, 13)
Grande es su señorío y la paz no tendrá fin sobre el trono de David y sobre su reino, para restaurarlo y consolidarlo por la equidad y la justicia, Desde ahora y hasta siempre, el celo de Yahveh Sebaot hará eso. (Isaías 9, 6)
será establecido sobre la piedad el trono, y se sentará en él con lealtad - en la tienda de David - un juez que busque el derecho, y sea presto a la justicia. (Isaías 16, 5)