Encontrados 1150 resultados para: David y Jonatán
Juró de nuevo Jonatán a David por el amor que le tenía, pues le amaba como a sí mismo. (I Samuel 20, 17)
Jonatán le dijo: «Mañana es novilunio y se notará tu ausencia, porque mirarán tu asiento. (I Samuel 20, 18)
David se escondió en el campo. Llegado el novilunio, el rey se puso a la mesa para comer. (I Samuel 20, 24)
Se sentó el rey en su asiento, como de costumbre, en el asiento de la pared; Jonatán se sentó enfrente y Abner al lado de Saúl; el asiento de David quedó vacío. (I Samuel 20, 25)
Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?» (I Samuel 20, 27)
Jonatán respondió a Saúl: «David me pidió con insistencia poder ir a Belén. (I Samuel 20, 28)
Se encendió la cólera de Saúl contra Jonatán y le dijo: «¡Hijo de una perdida! ¿Acaso no sé yo que prefieres al hijo de Jesé para vergüenza tuya y vergüenza de la desnudez de tu madre? (I Samuel 20, 30)
Respondió Jonatán a su padre Saúl y le dijo: «¿Por qué ha de morir? ¿Qué ha hecho?» (I Samuel 20, 32)
Blandió Saúl su lanza contra él para herirle y comprendió Jonatán que por parte de su padre la muerte de David era cosa decidida. (I Samuel 20, 33)
Se levantó Jonatán de la mesa ardiendo en ira y no comió el segundo día del novilunio, pues estaba afligido por David, porque su padre le había injuriado. (I Samuel 20, 34)
A la mañana siguiente salió Jonatán con un muchacho al campo, a la hora acordada con David. (I Samuel 20, 35)
Dijo al muchacho: «Corre a buscar las flechas que voy a tirar.» Corrió el muchacho, y entonces Jonatán lanzó las flechas más allá de él. (I Samuel 20, 36)