Encontrados 1150 resultados para: David y Jonatán

  • «Tenemos detenido a tu hermano Jonatán por las deudas contraídas con el tesoro real en el desempeño de su cargo. (I Macabeos 13, 15)

  • «Porque no envié yo el dinero y los niños, ha muerto Jonatán.» (I Macabeos 13, 18)

  • Envió, pues, los niños y los cien talentos, pero Trifón faltó a su palabra y no soltó a Jonatán. (I Macabeos 13, 19)

  • Cuando se encontraba cerca de Bascamá, hizo matar a Jonatán, que fue enterrado allí. (I Macabeos 13, 23)

  • Envió Simón a recoger los huesos de su hermano Jonatán y le dio sepultura en Modín, ciudad de sus padres. (I Macabeos 13, 25)

  • Cuando llegó a Roma y hasta Esparta la noticia de la muerte de Jonatán, lo sintieron mucho; (I Macabeos 14, 16)

  • le escribieron en planchas de bronce para renovar con él la amistad y la alianza que habían establecido con sus hermanos Judas y Jonatán. (I Macabeos 14, 18)

  • Jonatán realizó la unidad de la nación y llegó a ser sumo sacerdote suyo hasta que fue a reunirse con su pueblo. (I Macabeos 14, 30)

  • En sus días se consiguió felizmente por su medio exterminar a los gentiles de su país y a los que se encontraban en la Ciudad de David, en Jerusalén, donde se habían hecho una Ciudadela desde la que hacían salidas y mancillaban los alrededores del Lugar Santo causando graves ultrajes a su santidad. (I Macabeos 14, 36)

  • Mientras se consumía el sacrificio, los sacerdotes hacían oración: todos los sacerdotes con Jonatán que comenzaba, y los demás, como Nehemías, respondían. (II Macabeos 1, 23)

  • Lo mismo se narraba también en los archivos y en las Memorias del tiempo de Nehemías; y cómo éste, para fundar una biblioteca, reunió los libros referentes a los reyes y a los profetas, los de David y las cartas de los reyes acerca de las ofrendas. (II Macabeos 2, 13)

  • Puso a sus hermanos, Simón, José y Jonatán, al frente de cada cuerpo, dejando a las órdenes de cada uno 1.500 hombres. (II Macabeos 8, 22)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina