Encontrados 192 resultados para: Incienso Sagrado

  • Vuestros altares serán devastados, vuestros braseros de incienso serán rotos, haré caer a vuestros habitantes, acribillados, delante de vuestras basuras, (Ezequiel 6, 4)

  • En todo lugar donde habitéis, las ciudades quedarán en ruinas y los altos serán devastados, de forma que vuestros altares queden en ruinas, como cosa culpable, vuestras basuras sean destrozadas y aventadas, vuestros braseros de incienso hechos pedazos y aniquiladas vuestras obras. (Ezequiel 6, 6)

  • Y setenta hombres, de los ancianos de la casa de Israel - uno de ellos era Yazanías, hijo de Safán -, estaban de pie delante de ellos cada uno con su incensario en la mano. Y el perfume de la nube de incienso subía. (Ezequiel 8, 11)

  • Tomaste tus vestidos recamados y las recubriste con ellos; y pusiste ante ellas mi aceite y mi incienso. (Ezequiel 16, 18)

  • Sus sacerdotes han violado mi ley y profanado mis cosas sagradas; no han hecho diferencia entre lo sagrado y lo profano, ni han enseñado a distinguir entre lo puro y lo impuro; se han tapado los ojos para no ver mis sábados, y yo he sido deshonrado en medio de ellos. (Ezequiel 22, 26)

  • luego te reclinaste en un espléndido diván, ante el cual estaba aderezada una mesa en la que habías puesto mi incienso y mi aceite. (Ezequiel 23, 41)

  • Midió por fin por los cuatro lados el muro que lo cercaba, todo alrededor: longitud, quinientos; anchura, quinientos; para separar lo sagrado de lo profano. (Ezequiel 42, 20)

  • Enseñarán a mi pueblo a distinguir lo sagrado de lo profano y le harán saber la diferencia entre lo puro y lo impuro. (Ezequiel 44, 23)

  • Cuando os repartáis por sorteo esta tierra en heredad, reservaréis como ofrenda para Yahveh un recinto sagrado de la tierra, de una longitud de veinticinco mil codos por una anchura de veinte mil. Será sagrado en toda su extensión. (Ezequiel 45, 1)

  • Será el recinto sagrado de la tierra, destinado a los sacerdotes, que ejercen el ministerio del santuario y que se acercan a Yahveh para servirle. Para ellos será este lugar, para que construyan sus casas y como lugar sagrado para el santuario. (Ezequiel 45, 4)

  • ya no hay, en esta hora, príncipe, profeta ni caudillo, holocausto, sacrificio, oblación ni incienso ni lugar donde ofrecerte las primicias, (Daniel 3, 38)

  • La visitaré por los días de los Baales, cuando les quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar y se iba detrás de sus amantes, olvidándose de mí, - oráculo de Yahveh. (Oseas 2, 15)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina