Encontrados 91 resultados para: Inteligencia

  • Por tanto, ya que en este Daniel, a quien el rey puso por sobrenombre Beltsassar, se encontró un espíritu extraordinario, ciencia, inteligencia y arte de interpretar sueños, de descifrar enigmas y de resolver dificultades, sea llamado Daniel y él dará a conocer la interpretación.» (Daniel 5, 12)

  • He oído decir que en ti reside el espíritu de los dioses y que hay en ti luz, inteligencia y sabiduría extraordinarias. (Daniel 5, 14)

  • Vino y me habló. Dijo: «Daniel, he salido ahora para ilustrar tu inteligencia. (Daniel 9, 22)

  • El año tercero de Ciro, rey de Persia, una palabra fue revelada a Daniel, por sobrenombre Beltsassar. Palabra verdadera: gran lucha. El comprendió la palabra; le fue dada en visión su inteligencia. (Daniel 10, 1)

  • Te han rechazado hasta la frontera todos los que eran tus aliados, te han engañado, te han podido los que contigo en paz estaban. Los que comían tu pan te ponen debajo un lazo: «¡Ya no hay en él inteligencia!» (Abdías 1, 7)

  • ¿Es que el día aquel - oráculo de Yahveh - no suprimiré yo de Edom los sabios, y la inteligencia de la montaña de Esaú? (Abdías 1, 8)

  • El dijo: «¿También vosotros estáis todavía sin inteligencia? (Mateo 15, 16)

  • El les dijo: «¿Conque también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, (Marcos 7, 18)

  • y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» (Marcos 12, 33)

  • todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. (Lucas 2, 47)

  • Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; (Romanos 1, 20)

  • Porque dice la Escritura: Destruiré la sabiduría de los sabios, e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes. (I Corintios 1, 19)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina