Encontrados 471 resultados para: Mesa de los Panes de la Presencia

  • Porque se dice que las cartas son severas y fuertes, mientras que la presencia del cuerpo es pobre y la palabra despreciable. (II Corintios 10, 10)

  • Pues si carezco de elocuencia, no así de ciencia; que en todo y en presencia de todos os lo hemos demostrado. (II Corintios 11, 6)

  • Pero en cuanto vi que no procedían con rectitud, según la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo fuerzas a los gentiles a judaizar?» (Gálatas 2, 14)

  • por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; (Efesios 1, 4)

  • Estos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, (II Tesalonicenses 1, 9)

  • Yo te conjuro en presencia de Dios, de Cristo Jesús y de los ángeles escogidos, que observes estas recomendaciones sin dejarte llevar de prejuicios ni favoritismos. (I Timoteo 5, 21)

  • Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, (I Timoteo 6, 13)

  • y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros. (II Timoteo 2, 2)

  • Esto has de enseñar; y conjura en presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si no es para perdición de los que las oyen. (II Timoteo 2, 14)

  • Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino: (II Timoteo 4, 1)

  • Y al mismo tiempo, prepárame hospedaje; pues espero que por vuestras oraciones se os concederá la gracia de mi presencia. (Filemon 1, 22)

  • Porque se preparó la parte anterior de la Tienda, donde se hallaban el candelabro y la mesa con los panes de la presencia, que se llama Santo. (Hebreos 9, 2)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina