Encontrados 4493 resultados para: Palabra de Dios

  • Y dijo Sara: «Dios me ha dado de qué reír; todo el que lo oiga se reirá conmigo.» (Génesis 21, 6)

  • pero Dios dijo a Abraham: «No lo sientas ni por el chico ni por tu criada. En todo lo que te dice Sara, hazle caso; pues aunque por Isaac llevará tu nombre una descendencia, (Génesis 21, 12)

  • Oyó Dios la voz del chico, y el Angel de Dios llamó a Agar desde los cielos y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del chico en donde está. (Génesis 21, 17)

  • Entonces abrió Dios los ojos de ella, y vio un pozo de agua. Fue, llenó el odre de agua y dio de beber al chico. (Génesis 21, 19)

  • Dios asistió al chico, que se hizo mayor y vivía en el desierto, y llegó a ser gran arquero. (Génesis 21, 20)

  • Sucedió por aquel tiempo que Abimélek, junto con Pikol, capitán de su tropa, dijo a Abraham: «Dios está contigo en todo lo que haces. (Génesis 21, 22)

  • Ahora, pues, júrame por Dios aquí mismo sin mentir, y tanto a mí como a mis hijos y a mis nietos, que la misma benevolencia que he tenido para contigo, la tendrás tú para conmigo y con el país donde te hemos recibido como huésped.» (Génesis 21, 23)

  • Abraham plantó un tamarisco en Berseba en invocó allí el nombre de Yahveh, Dios eterno. Abraham estuvo residiendo en el país de los filisteos muchos años. (Génesis 21, 33)

  • Después de estas cosas sucedió que Dios tentó a Abraham y le dijo: «¡Abraham, Abraham!» El respondió: «Heme aquí.» (Génesis 22, 1)

  • Levantóse, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos y a su hijo Isaac. Partió la leña del holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho Dios. (Génesis 22, 3)

  • Dijo Abraham: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y siguieron andando los dos juntos. (Génesis 22, 8)

  • Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y le puso sobre el ara, encima de la leña. (Génesis 22, 9)


“A meditação não é um meio para chegar a Deus, mas um fim. A finalidade da meditação é o amor a Deus e ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina