Encontrados 47 resultados para: Palacio

  • Por aquel servicio, el rey confió a Mardoqueo un puesto en palacio y le hizo regalos. (Ester 12, 5)

  • entre alborozo y regocijo avanzan, al entrar en el palacio del rey. (Salmos 45, 16)

  • Sean nuestros hijos como plantas florecientes en su juventud, nuestras hijas como columnas angulares, esculpidas como las de un palacio; (Salmos 144, 12)

  • El se refugió en el palacio, y los ciudadanos ocuparon las calles de la ciudad y comenzaron el ataque. (I Macabeos 11, 46)

  • cuando tiemblen los guardas de palacio y se doblen los guerreros, se paren las moledoras, por quedar pocas, se queden a oscuras las que miran por las ventanas, (Eclesiastés 12, 3)

  • Así dice el Señor Yahveh Sebaot: Preséntate al mayordomo, a Sebná, encargado del palacio, (Isaías 22, 15)

  • Te enrolla en ovillo, como una pelota en tierra de amplios espacios. Allí morirás, y allí irán tus carrozas gloriosas, vergüenza del palacio de tu señor. (Isaías 22, 18)

  • El mayordomo de palacio, Elyaquim, hijo de Jilquías, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, salieron donde él. (Isaías 36, 3)

  • Elyaquim, hijo de Jilquías, mayordomo de palacio, el secretario Sebná y el heraldo Yoaj, hijo de Asaf, fueron donde Ezequías, desgarrados los vestidos, y le relataron las palabras del copero mayor. (Isaías 36, 22)

  • Y se tomará de entre tus hijos, los que han salido de ti, los que has engendrado, para que sean eunucos en el palacio del rey de Babilonia.» (Isaías 39, 7)

  • Toma en tus manos piedras grandes, y las hundes en el cemento de la terraza que hay a la entrada del palacio de Faraón en Tafnis, a vista de los judíos, (Jeremías 43, 9)

  • De modo que es mucho mejor ser un rey que ostenda su poder, o un utensilio provechoso en una casa, del cual se sirve su dueño, que no estos falsos dioses; o una puerta en una casa, que guarda cuanto hay dentro de ella, que no estos falsos dioses; o bien un poste de madera en un palacio, que no estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina