Encontrados 38 resultados para: Pasaba

  • Cuando Mardoqueo supo lo que pasaba, rasgó sus vestidos, se vistió de sayal y ceniza y salió por la ciudad lanzando grandes gemidos, (Ester 4, 1)

  • Llamó Ester a Hatak, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y le envió a Mardoqueo para enterarse de lo que pasaba y a qué obedecía todo aquello. (Ester 4, 5)

  • pasaba por la calle, junto a la esquina donde ella vivía, iba camino de su casa, (Proverbios 7, 8)

  • Un corredor pasaba por delante de ellas, como en las salas situadas en dirección norte; tenían igual longitud e igual anchura; iguales salidas, igual disposición y entradas iguales. (Ezequiel 42, 11)

  • En esto, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al enterarse que Jesús pasaba, se pusieron a gritar: «¡Señor, ten compasión de nosotros, Hijo de David!» (Mateo 20, 30)

  • Por su parte, el centurión y los que con él estaban guardando a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «Verdaderamente éste era Hijo de Dios.» (Mateo 27, 54)

  • Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. (Marcos 15, 21)

  • Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, y estaba perplejo; porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; (Lucas 9, 7)

  • De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. (Lucas 10, 32)

  • Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, (Lucas 17, 11)

  • al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. (Lucas 18, 36)

  • Le informaron que pasaba Jesús el Nazoreo (Lucas 18, 37)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina