Encontrados 20 resultados para: Quédes
«Tú, hijo, sal de Nínive. No te quedes aquí. (Tobías 14, 9)
El día que sepultes a tu madre junto a mí, ya ese mismo día, no te quedes en este territorio, porque he visto que se cometen aquí muchas injusticias y muchos engaños, sin rebozo. Mira, hijo lo que hizo Nadab con Ajikar, que le había criado. ¿No le hizo bajar vivo a la tierra? Pero Dios le cubrió de infamia ante su misma víctima. Sacó a Ajikar a la luz y metió a Nadab en las tinieblas eternas, por haber tramado la muerte de Ajikar. Por haber practicado la limosna se libró Ajikar de la trampa mortal que le había tendido Nadab. Fue Nadab quien cayó en la trampa de muerte para su perdición. (Tobías 14, 10)
Tú lo has visto, Yahveh, no te quedes callado, Señor, no estés lejos de mí; (Salmos 35, 22)
Del maestro de coro. De David. Salmo. ¡Oh Dios de mi alabanza, no te quedes mudo! (Salmos 109, 1)
No te quedes mirando a doncella, para que no incurras en su propio castigo. (Eclesiástico 9, 5)
Aparta tu ojo de mujer hermosa, no te quedes mirando la belleza ajena. Por la belleza de la mujer se perdieron muchos, junto a ella el amor se inflama como fuego. (Eclesiástico 9, 8)
No te presentes por ti mismo, no sea que te rechace, ni te quedes muy lejos, para no pasar inadvertido. (Eclesiástico 13, 10)
De ningún hombre te quedes mirando la belleza, y entre mujeres no te sientes. (Eclesiástico 42, 12)