Encontrados 16 resultados para: Reciben

  • Hay muchos que, cuanto más abundantes favores reciben de sus bienhechores, tanto más se dejan arrastrar por el orgullo. (Ester 16, 2)

  • Esta es la suerte que al malvado Dios reserva, la herencia que reciben de Sadday los violentos. (Job 27, 13)

  • El hombre precavido ve el mal y se esconde, los simples pasan y reciben castigo. (Proverbios 22, 3)

  • El hombre precavido ve el mal y se esconde, los simples pasan y reciben castigo. (Proverbios 27, 12)

  • Grande, juez y poderoso reciben honores, mas no hay mayor entre ellos que el que teme al Señor. (Eclesiástico 10, 24)

  • las nubes, cuando reciben de Dios la orden de recorrer toda la tierra, la ejecutan al punto; y el fuego, enviado de lo alto a consumir montes y bosques, hace lo que se le ha ordenado. (Baruc 6, 61)

  • Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas trompeteando por delante como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. (Mateo 6, 2)

  • «Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga. (Mateo 6, 5)

  • «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya reciben su paga. (Mateo 6, 16)

  • De igual modo, los sembrados en terreno pedregoso son los que, al oír la Palabra, al punto la reciben con alegría, (Marcos 4, 16)

  • Los de sobre piedra son los que, al oír la Palabra, la reciben con alegría; pero éstos no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba desisten. (Lucas 8, 13)

  • En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por un solo, por Jesucristo! (Romanos 5, 17)


“Sigamos o caminho que nos conduz a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina