Encontrados 56 resultados para: Seguro
Dijo Yahveh a Abraham. «¿Cómo así se ha reído Sara, diciendo: "¡Seguro que voy a parir ahora de vieja!"? (Génesis 18, 13)
Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de noche y de día, y ni de tu vida te sentirás seguro. (Deuteronomio 28, 66)
Para Benjamín dijo: Querido de Yahveh, en seguro reposa junto a El, todos los días le protege, y entre sus hombros mora. (Deuteronomio 33, 12)
Israel mora en seguro; la fuente de Jacob aparte brota para un país de trigo y vino; hasta sus cielos el rocío destilan. (Deuteronomio 33, 28)
Y dijo Manóaj a su mujer: «Seguro que vamos a morir, porque hemos visto a Dios.» (Jueces 13, 22)
de los pueblos de los que dijo Yahveh a los israelitas: «No os uniréis a ellas y ellas no se unirán a vosotros, pues de seguro arrastrarán vuestro corazón tras sus dioses», pero Salomón se apegó a ellas por amor; (I Reyes 11, 2)
Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel.» Y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó. (I Reyes 22, 32)
¡Tiemble ante su faz la tierra entera! El orbe está seguro, no vacila. (I Crónicas 16, 30)
Cuando los jefes de los carros vieron a Josafat, dijeron: «Seguro que es el rey de Israel», y le rodearon para cargar sobre él. Pero Josafat gritó y Yahveh le socorrió, alejándolos Dios de él. (II Crónicas 18, 31)
y metieron allí en lugar seguro las ofrendas reservadas, los diezmos y las cosas consagradas. El levita Konanías fue nombrado intendente, y Simí, hermano suyo, era el segundo. (II Crónicas 31, 12)
Porque esclavos fuimos nosotros, pero en nuestra esclavitud nuestro Dios no nos ha abandonado; nos ha granjeado el favor de los reyes de Persia, dándonos ánimos para levantar de nuevo la Casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y procurándonos un valladar seguro en Judá y Jerusalén. (Esdras 9, 9)
Y añadió: «Es justo que la tomes para ti. Escúchame, hermano. Yo hablaré esta noche al padre acerca de la muchacha para que te la conceda como prometida, y a nuestro regreso de Ragués celebraremos la boda. Estoy seguro de que Ragüel no puede negártela, ni dársela a otro, pues se haría reo de muerte, según la sentencia del libro de Moisés, pues él sabe que te asiste el derecho a tomar a su hija por mujer. Así pues, óyeme bien, hermano; hablaremos esta noche sobre la muchacha y que la den como prometida; y cuando volvamos de Ragués, la tomaremos y la llevaremos con nosotros a tu casa.» (Tobías 6, 13)