Encontrados 269 resultados para: aguas del Nilo

  • Tú, la que estás instalada sobre ingentes aguas, la de ingentes tesoros, llegó tu fin, el término de tus ganancias. (Jeremías 51, 13)

  • Cuando da voces, hay estruendo de aguas en los cielos, y hace subir las nubes desde el extremo de la tierra. El hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos. (Jeremías 51, 16)

  • Sumergieron las aguas mi cabeza, dije: «¡Estoy perdido!» (Lamentaciones 3, 54)

  • Y oí el ruido de sus alas, como un ruido de muchas aguas, como la voz de Sadday; cuando marchaban, era un ruido atronador, como ruido de batalla; cuando se paraban, replegaban sus alas. (Ezequiel 1, 24)

  • Tu madre se parecía a una vid plantada a orillas de las aguas. Era fecunda, exuberante, por la abundancia de agua. (Ezequiel 19, 10)

  • Se llevarán como botín tus riquezas, saquearán tus mercancías, destruirán tus murallas, demolerán tus casas suntuosas. Tus piedras, tus vigas y tus escombros los echarán al fondo de las aguas. (Ezequiel 26, 12)

  • Porque así dice el Señor Yahveh: Cuando yo te convierta en una ciudad en ruinas como las ciudades despobladas, cuando yo empuje sobre ti el océano, y te cubran las muchas aguas, (Ezequiel 26, 19)

  • Mas ahora estás ahí quebrada por los mares en las honduras de las aguas. Tu carga y toda tu tripulación se han hundido contigo. (Ezequiel 27, 34)

  • Habla y di: Así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, gran cocodrilo, recostado en medio de sus Nilos, tú que has dicho: «Mi Nilo es mío. yo mismo lo he hecho.» (Ezequiel 29, 3)

  • El país de Egipto se convertirá en desolación y ruina, y se sabrá que yo soy Yahveh. Por haber dicho: «El Nilo es mío, yo mismo lo he hecho», (Ezequiel 29, 9)

  • Prenderé fuego a Egipto. Sin se retorcerá de dolor, en No se abrirá brecha y cundirán las aguas. (Ezequiel 30, 16)

  • Las aguas le hicieron crecer, el abismo le hizo subir, derramando sus aguas en torno a su plantación, enviando sus acequias a todos los árboles del campo. (Ezequiel 31, 4)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina