Encontrados 412 resultados para: batalla por el poder

  • Dícele Pilato: «¿A mí no me hablas? ¿No sabes que tengo poder para soltarte y poder para crucificarte?» (Juan 19, 10)

  • Respondió Jesús: «No tendrías contra mí ningún poder, si no se te hubiera dado de arriba; por eso, el que me ha entregado a ti tiene mayor pecado.» (Juan 19, 11)

  • Pedro, al ver esto, se dirigió al pueblo: «Israelitas, ¿por qué os admiráis de esto, o por qué nos miráis fijamente, como si por nuestro poder o piedad hubiéramos hecho caminar a éste? (Hechos 3, 12)

  • Les pusieron en medio y les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién habéis hecho vosotros eso?» (Hechos 4, 7)

  • para realizar lo que en tu poder y en tu sabiduría habías predeterminado que sucediera. (Hechos 4, 28)

  • Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía. (Hechos 4, 33)

  • Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba entre el pueblo grandes prodigios y señales. (Hechos 6, 8)

  • «Dadme a mí también este poder para que reciba el Espíritu Santo aquel a quien yo impoga las manos.» (Hechos 8, 19)

  • cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el Diablo, porque Dios estaba con él; (Hechos 10, 38)

  • «Ahora os encomiendo a Dios y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y daros la herencia con todos los santificados. (Hechos 20, 32)

  • para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados, mediante la fe en mí." (Hechos 26, 18)

  • constituido Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos, Jesucristo Señor nuestro, (Romanos 1, 4)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina