Encontrados 900 resultados para: conquista de Jerusalén

  • A la gente que había en ella la hizo salir y la puso a trabajar en las sierras, en los trillos de dientes de hierro, en las hachas de hierro y los empleó en los hornos de ladrillo. Lo mismo hizo con todas la ciudades de los ammonitas. Luego David regresó con todo el ejército a Jerusalén. (II Samuel 12, 31)

  • Levantóse Joab, fue a Guesur y llevó a Absalón a Jerusalén. (II Samuel 14, 23)

  • Absalón estuvo en Jerusalén dos años sin ver el rostro del rey. (II Samuel 14, 28)

  • Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Guesur de Aram diciendo: Si Yahveh me permite volver a Jerusalén, daré culto a Yahveh en Hebrón.» (II Samuel 15, 8)

  • Con Absalón habían partido de Jerusalén doscientos hombres invitados; eran inocentes y no sabían absolutamente nada. (II Samuel 15, 11)

  • Entonces David dijo a todos los servidores que estaban con él en Jerusalén: «Levantaos y huyamos, porque no tenemos escape ante Absalón. Apresuraos a partir, no sea que venga a toda prisa y nos dé alcance, vierta sobre nosotros la ruina y pase la ciudad a filo de espada.» (II Samuel 15, 14)

  • Sadoq y Abiatar volvieron el arca de Dios a Jerusalén y se quedaron allí. (II Samuel 15, 29)

  • Jusay, amigo de David, entró en la ciudad cuando Absalón llegaba a Jerusalén. (II Samuel 15, 37)

  • El rey preguntó: «¿Dónde está el hijo de tu señor?» Sibá respondió al rey: «Se ha quedado en Jerusalén porque se ha dicho: Hoy me devolverá la casa de Israel el reino de mi padre.» (II Samuel 16, 3)

  • Absalón y todos hombres de Israel entraron en Jerusalén; Ajitófel estaba con él. (II Samuel 16, 15)

  • Llegó la gente de Absalón a la casa, donde la mujer, y dijeron: «¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?» La mujer respondió: «Han pasado más allá hacia el agua.» Buscaron, pero no hallaron nada y se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 17, 20)

  • y dijo al rey: «No me impute culpa mi señor y no recuerdes el mal que tu siervo hizo el día en que mi señor el rey salía de Jerusalén; que no lo guarde el rey en su corazón, (II Samuel 19, 20)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina