Encontrados 64 resultados para: desolación

  • Te empaparás de embriaguez y de aflicción. Cáliz de desolación y de angustia, el cáliz de tu hermana Samaria. (Ezequiel 23, 33)

  • El país de Egipto se convertirá en desolación y ruina, y se sabrá que yo soy Yahveh. Por haber dicho: «El Nilo es mío, yo mismo lo he hecho», (Ezequiel 29, 9)

  • por eso, aquí estoy yo contra ti y contra tus Nilos. Convertiré el país de Egipto en ruinas, devastación y desolación, desde Migdol hasta Siene y hasta la frontera de Etiopía. (Ezequiel 29, 10)

  • Yo haré del país de Egipto una desolación en medio de países desolados; sus ciudades serán una desolación entre ciudades en ruinas, durante cuarenta años. Dispersaré a los egipcios entre las naciones y los esparciré por los países. (Ezequiel 29, 12)

  • Cuando yo convierta a Egipto en desolación, y el país sea despojado de cuanto contiene, cuando hiera a todos los que lo habitan, sabrán que yo soy Yahveh. (Ezequiel 32, 15)

  • y dejaré en ruinas tus ciudades; serás una desolación, y sabrás que yo soy Yahveh. (Ezequiel 35, 4)

  • Así dice el Señor Yahveh: Para alegría de toda esta tierra yo haré de ti una desolación. (Ezequiel 35, 14)

  • Como tú te alegraste cuando la heredad de la casa de Israel era una desolación, yo te trataré a ti de la misma manera. Serás una desolación, montaña de Seír, así como Edom entero, y se sabrá que yo soy Yahveh. (Ezequiel 35, 15)

  • la tierra devastada será cultivada, después de haber sido una desolación a los ojos de todos los transeúntes. (Ezequiel 36, 34)

  • El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador.» (Daniel 9, 27)

  • «De su parte surgirán fuerzas armadas, profanarán el santuario - ciudadela, abolirán el sacrificio perpetuo y pondrán allí la abominación de la desolación. (Daniel 11, 31)

  • Contando desde el momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominación de la desolación: mil doscientos noventa días. (Daniel 12, 11)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina