Encontrados 22 resultados para: extraña

  • Yahveh dijo a Abram: «Has de saber que tus descendientes serán forasteros en tierra extraña. Los esclavizarán y oprimirán durante cuatrocientos años. (Génesis 15, 13)

  • Esta dio a luz un hijo y llamóle Guersom, pues dijo: «Forastero soy en tierra extraña.» (Exodo 2, 22)

  • y a sus hijos; el uno se llamaba Guersom, pues Moisés dijo: «Forastero soy en tierra extraña,» (Exodo 18, 3)

  • Si no agrada a su señor que la había destinado para sí, éste permitirá su rescate; y no podrá venderla a gente extraña, tratándola con engaño. (Exodo 21, 8)

  • Si unos hermanos viven juntos y uno de ellos muere sin tener hijos, la mujer del difunto no se casará fuera con un hombre de familia extraña. Su cuñado se llegará a ella, ejercerá su levirato tomándola por esposa, (Deuteronomio 25, 5)

  • «Guárdate, hijo, de toda impureza y, sobre todo, toma mujer del linaje de tus padres; no tomes mujer extraña que no pertenezca a la tribu de tu padre, porque somos descendientes de profetas. Recuerda, hijo, que desde siempre nuestros padres Noé, Abraham, Isaac y Jacob tomaron mujeres de entre sus hermanos y fueron bendecidos en sus hijos, de modo que su estirpe poseerá la tierra en herencia. (Tobías 4, 12)

  • Pero cuando se apartaron del camino que les había impuesto, fueron duramente aniquilados por múltiples guerras, y deportados a tierra extraña; el Templo de su Dios fue arrasado y sus ciudades cayeron en poder de sus adversarios. (Judit 5, 18)

  • ¿Cómo podríamos cantar un canto de Yahveh en una tierra extraña? (Salmos 137, 4)

  • Por ellos los habitantes de Jerusalén huyeron; vino a ser ella habitación de extraños, extraña para los que en ella nacieron, pues sus hijos la abandonaron. (I Macabeos 1, 38)

  • Reconozco que por esta causa me han sobrevenido los males presentes y muero de inmensa pesadumbre en tierra extraña.» (I Macabeos 6, 13)

  • Ella te apartará de la mujer ajena, de la extraña de melosas palabras, (Proverbios 2, 16)

  • pues miel destilan los labios de la extraña, su paladar es más suave que el aceite; (Proverbios 5, 3)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina