Encontrados 24 resultados para: falsos enseñadores

  • Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. (Mateo 24, 24)

  • y no lo encontraron, a pesar de que se presentaron muchos falsos testigos. Al fin se presentaron dos, (Mateo 26, 60)

  • Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos. (Marcos 13, 22)

  • ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas. (Lucas 6, 26)

  • Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar Santo y de la Ley; (Hechos 6, 13)

  • Y somos convictos de falsos testigos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. (I Corintios 15, 15)

  • Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. (II Corintios 11, 13)

  • Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; (II Corintios 11, 26)

  • Pero, a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud, (Gálatas 2, 4)

  • Atención a los perros; atención a los obreros malos; atención a los falsos circuncisos. (Filipenses 3, 2)

  • Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción. (II Pedro 2, 1)

  • Queridos, no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. (I Juan 4, 1)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina