Encontrados 32 resultados para: fieras

  • Pero Judas, llamado también Macabeo, formó un grupo de unos diez y se retiró al desierto. Llevaba con sus compañeros, en las montañas, vida de fieras salvajes, sin comer más alimento que hierbas, para no contaminarse de impureza. (II Macabeos 5, 27)

  • que equipararía con los atenienses a todos aquellos judíos que había considerado dignos, no de una sepultura, sino de ser arrojados con sus niños como pasto a las fieras; (II Macabeos 9, 15)

  • Lo celebraron con alegría durante ocho días, como en la fiesta de las Tiendas, recordando cómo, poco tiempo antes, por la fiesta de las Tiendas, estaban cobijados como fieras en montañas y cavernas. (II Macabeos 10, 6)

  • Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y y sintieron enardecerse sus ánimos, dispuestos a atravesar no sólo a hombres, sino aun a las fieras más salvajes murallas de hierro. (II Macabeos 11, 9)

  • la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres, las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces. (Sabiduría 7, 20)

  • o bien fieras desconocidas, entonces creadas, llenas de furor, respirando aliento de fuego, lanzando humo hediondo o despidiendo de sus ojos terribles centellas, (Sabiduría 11, 18)

  • No porque no pudieses en batalla campal entregar a los impíos en manos de los justos, o aniquilarlos de una vez con feroces fieras o con una palabra inexorable, (Sabiduría 12, 9)

  • el horrísimo fragor de rocas que caían de las alturas, la invisible carrera de animales que saltando pasaban, el rugido de las fieras más salvajes, el eco que devolvían las oquedades de las montañas, todo les aterrorizaba y les dejaba paralizados. (Sabiduría 17, 19)

  • Y cuando un hombre muere, recibe como herencia reptiles, fieras y gusanos. (Eclesiástico 10, 11)

  • ¿Quién se compadecerá del encantador mordido de serpiente y de todos los que se acercan a las fieras? (Eclesiástico 12, 13)

  • Sobre toda carne impuso su temor para que dominara a fieras y volátiles. (Eclesiástico 17, 4)

  • Y dientes de fieras, escorpiones, víboras y espada vengadora para la perdición del impío. (Eclesiástico 39, 30)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina