Encontrados 17 resultados para: habitación

  • Pero después que hubieron comido en la habitación, se levantó Ana y se puso ante Yahveh. - El sacerdote Elí estaba sentado en su silla, contra la jamba de la puerta del santuario de Yahveh. (I Samuel 1, 9)

  • Cierto día, estaba Elí acostado en su habitación - sus ojos iban debilitándose y ya no podía ver - (I Samuel 3, 2)

  • Elías respondió: «Dame tu hijo.» El lo tomó de su regazo y subió a la habitación de arriba donde él vivía, y lo acostó en su lecho; (I Reyes 17, 19)

  • Tomó Elías al niño, lo bajó de la habitación de arriba de la casa y se lo dio a su madre. Dijo Elías: «Mira, tu hijo vive.» (I Reyes 17, 23)

  • Los restantes huyeron a la ciudad de Afeq, pero la muralla se desplomó sobres los 27.000 hombres que quedaban. Ben Hadad había huido y se había refugiado en la ciudad, en una habitación retirada. (I Reyes 20, 30)

  • Ocozías se cayó por la celosía de su habitación de arriba de Samaría; quedó maltrecho, y envió mensajeros a los que dijo: «Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si sobreviviré a esta disgracia.» (II Reyes 1, 2)

  • Vino él en su día, se retiró a la habitación de arriba, y se acostó en ella. (II Reyes 4, 11)

  • Cuando llegues allí, verás a Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsí; en llegando, haz que se levante de entre sus compañeros y hazle entrar en una habitación apartada. (II Reyes 9, 2)

  • El profeta Isaías invocó a Yahveh y Yahveh hizo retroceder la sombra diez grados sobre los grados que había recorrido en los grados de la habitación de arriba de Ajaz. (II Reyes 20, 11)

  • Suprimió los caballos que los reyes de Judá habían dedicado al Sol, a la entrada de la Casa de Yahveh, cerca de la habitación del eunuco Netán Mélek, en las dependencias, y quemó el carro del Sol. (II Reyes 23, 11)

  • Los altares que estaban sobre el terrado de la habitación superior de Ajaz, que hicieron los reyes de Judá, y los altares que hizo Manasés en los dos patios de la Casa de Yahveh, el rey los derribó, los rompió allí y arrojó sus cenizas al torrente Cedrón. (II Reyes 23, 12)

  • Me levanté al punto y sin probar la comida, alcé el cadáver de la plaza y lo dejé en una habitación, en espera de que se pusiera el sol, para enterrarlo. (Tobías 2, 4)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina