Encontrados 626 resultados para: hermanos

  • El pueblo protestó contra Moisés, diciéndole: «Ojalá hubiéramos perecido igual que perecieron nuestros hermanos delante de Yahveh. (Números 20, 3)

  • Sucedió que un hombre, un israelita, vino y presentó ante sus hermanos a la madianita, a los mismos ojos de Moisés y de toda la comunidad de los israelitas, que estaban llorando a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Números 25, 6)

  • ¿Por qué ha de ser borrado de su clan el nombre de nuestro padre, sólo por no haber tenido hijos? Danos alguna propiedad entre los hermanos de nuestro padre.» (Números 27, 4)

  • «Han hablado bien las hijas de Selofjad. Dales, pues, en propiedad una heredad entre los hermanos de su padre; traspásales a ellas la herencia de su padre. (Números 27, 7)

  • Si tampoco tiene hija, daréis la herencia a sus hermanos. (Números 27, 9)

  • Si tampoco tiene hermanos, daréis la herencia a los hermanos de su padre. (Números 27, 10)

  • Y si su padre no tenía hermanos, daréis la herencia al pariente más próximo de su clan, el cual tomará posesión de ella. Esta será norma de derecho para los israelitas, según lo ordenó Yahveh a Moisés.» (Números 27, 11)

  • Respondió Moisés a los hijos de Gad y a los hijos de Rubén: «¿Es que vuestros hermanos van a ir al combate y vosotros os vais a quedar aquí? (Números 32, 6)

  • Y di entonces esta orden a vuestros jueces: «Escucharéis lo que haya entre vuestros hermanos y administraréis justicia entre un hombre y su hermano o un forastero. (Deuteronomio 1, 16)

  • ¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento que nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el cielo. Y hasta anaquitas hemos visto allí.» (Deuteronomio 1, 28)

  • Y da al pueblo esta orden: Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seír. Ellos os temen; pero vosotros tened mucho cuidado; (Deuteronomio 2, 4)

  • Pasamos, pues, al lado de nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, por el camino de la Arabá, de Elat y de Esyón Guéber; después cambiando de rumbo, tomamos el camino del desierto de Moab. (Deuteronomio 2, 8)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina