Encontrados 242 resultados para: lluvia de piedras

  • Respondió: «Os digo que si éstos callan gritarán las piedras.» (Lucas 19, 40)

  • Como dijeran algunos, acerca del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: (Lucas 21, 5)

  • Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo. (Juan 8, 59)

  • Los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. (Juan 10, 31)

  • Los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera a causa de la lluvía que caía y del frío, y nos acogieron a todos. (Hechos 28, 2)

  • Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, (I Corintios 3, 12)

  • Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. (Santiago 5, 18)

  • también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. (I Pedro 2, 5)

  • Y un gran pedrisco, con piedras de casi un talento de peso, cayó del cielo sobre los hombres. No obstante, los hombres blasfemaron de Dios por la plaga del pedrisco; porque fue ciertamente una plaga muy grande. (Apocalipsis 16, 21)

  • La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas; llevaba en su mano una copa de oro llena de abominaciones, y también las impurezas de su prostitución, (Apocalipsis 17, 4)

  • cargamentos de oro y plata, piedras preciosas y perlas, lino y púrpura, seda y escarlata, toda clase de maderas olorosas y toda clase de objetos de marfil, toda clase de objetos de madera preciosa, de bronce, de hierro y de mármol; (Apocalipsis 18, 12)

  • «¡Ay, ay, la Gran Ciudad, vestida de lino, púrpura y escarlata, resplandeciente de oro, piedras preciosas y perlas, (Apocalipsis 18, 16)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina