Encontrados 299 resultados para: monte tabor
tal como has visto desprenderse del monte, sin intervención de mano humana, la piedra que redujo a polvo el hierro, el bronce, la arcilla, la plata y el oro. El Dios grande ha dado a conocer al rey lo que ha de suceder. Tal es verdaderamente el sueño, y su interpretación digna de confianza.» (Daniel 2, 45)
Señor, por todas tus justicias, retira tu cólera y tu furor de Jerusalén, tu ciudad, monte santo tuyo; pues, a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el escarnio de todos los que nos circundan. (Daniel 9, 16)
Todavía estaba yo hablando, haciendo mi oración, confesando mis pecados y los pecados de mi pueblo Israel, y derramando mi súplica ante Yahveh mi Dios, por el santo monte de mi Dios; (Daniel 9, 20)
Plantará sus tiendas reales entre el mar y el santo monte de la Tierra del Esplendor. Entonces llegará a su fin y nadie vendrá en su ayuda. (Daniel 11, 45)
Escuchad esto, sacerdotes, estad atentos, casa de Israel, casa real, prestad oído, porque el juicio es cosa vuestra; pero vosotros habéis sido un lazo en Mispá, y una red tendida en el Tabor. (Oseas 5, 1)
¡Tocad el cuerno en Sión, clamad en mi monte santo! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el Día de Yahveh, porque está cerca! (Joel 2, 1)
Y sucederá que todo el que invoque el nombre de Yahveh será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá supervivencia , como ha dicho Yahveh, y entre los supervivientes estarán los que llame Yahveh. (Joel 3, 5)
«Sabréis entonces que yo soy Yahveh vuestro Dios, que habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y los extranjeros no pasarán más por ella.» (Joel 4, 17)
¡Sí, como vosotros bebisteis sobre mi santo monte, beberán sin cesar todas las naciones, beberán y se relamerán, y serán luego como si no hubiesen sido! (Abdías 1, 16)
Pero en el monte Sión habrá supervivencia - será lugar santo - y la casa de Jacob recobrará sus posesiones. (Abdías 1, 17)
Y subirán victoriosos al monte Sión, para juzgar a la montaña de Esaú. ¡Y la realeza será de Yahveh! (Abdías 1, 21)
Por eso, por culpa vuestra, Sión será un campo que se ara, Jerusalén se hará un montón de ruinas, y el monte de la Casa un otero salvaje. (Miqueas 3, 12)