Encontrados 1796 resultados para: no recibir en casa

  • Y él me dijo: "Yahveh, en cuya presencia he andado, enviará su Angel contigo, y dará éxito a tu viaje, y así tomarás mujer para mi hijo de mi parentela y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño. (Génesis 27, 15)

  • Levántate y ve a Paddán Aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre. (Génesis 28, 2)

  • Y despidió Isaac a Jacob, el cual se fue a Paddán Aram, a casa de Labán, hijo de Betuel el arameo, hermano de Rebeca, la madre de Jacob y de Esaú. (Génesis 28, 5)

  • Y asustado dijo: «¡Qué temible es este lugar! ¡Esto no es otra cosa sino la casa de Dios y la puerta del cielo!» (Génesis 28, 17)

  • y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces Yahveh será mi Dios; (Génesis 28, 21)

  • y esta piedra que he erigido como estela será Casa de Dios; y de todo lo que me dieres, te pagaré el diezmo.» (Génesis 28, 22)

  • En cuanto oyó Labán hablar de Jacob, el hijo de su hermana, corrió a su encuentro, le abrazó, le bezó y le llevó a su casa. Entonces él contó a Labán toda esta historia, (Génesis 29, 13)

  • El se unió también a Raquel, y amó a Raquel más que a Lía, y sirvió en casa de su tío otros siete años más. (Génesis 29, 30)

  • bien poca cosa tenías antes de venir yo, pero ya se ha multiplicado muchísimo, y Yahveh te ha bendecido a mi llegada. Pues bien: ¿cuándo voy a hacer yo también algo por mi casa?» (Génesis 30, 30)

  • Respondieron Raquel y Lía y le dijeron: «¿Es que tenemos aún parte o herencia en la casa de nuestro padre? (Génesis 31, 14)

  • Así pues, tú te has marchado porque añorabas la casa paterna, pero ¿por qué robaste mis dioses?» (Génesis 31, 30)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina