Encontrados 102 resultados para: nombres hebreos

  • Parentelas de los hijos de Zabulón por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 30)

  • De los hijos de José: Parentelas de los hijos de Efraím, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 32)

  • Parentelas de los hijos de Manasés por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 34)

  • Parentelas de los hijos de Benjamín, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 36)

  • Parentelas de los hijos de Dan, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 38)

  • Parentelas de los hijos de Aser, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 40)

  • Parentelas de los hijos de Neftalí, por clanes y familias, anotados uno por uno los nombres de todos los varones de veinte años para arriba, útiles para la guerra: (Números 1, 42)

  • Estos eran los nombres de los hijos de Aarón: Nadab, el primogénito, Abihú, Eleazar e Itamar. (Números 3, 2)

  • Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, que fueron ungidos sacerdotes, y cuyas manos fueron consagradas para ejercer el sacerdocio. (Números 3, 3)

  • Los nombres de los hijos de Leví son: Guersón, Quehab y Merarí. (Números 3, 17)

  • Los nombres de los hijos de Ghersón, por clanes, son: Libní y Semeí. (Números 3, 18)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Registra a todos los primogénitos varones de los israelitas, de un mes para arriba, y anota sus nombres. (Números 3, 40)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina