Encontrados 76 resultados para: pasaron

  • de pronto irrumpieron los sabeos y se los llevaron, y a los criados los pasaron a cuchillo. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.» (Job 1, 15)

  • Aún estaba hablando éste, cuando llegó otro que dijo: «Los caldeos, divididos en tres cuadrillas, se lanzaron sobre los camellos, se los llevaron, y a los criados los pasaron a cuchillo. Sólo yo pude escapar para traerte la noticia.» (Job 1, 17)

  • Sus pies vejaron con grilletes, por su cuello pasaron las cadenas, (Salmos 105, 18)

  • Pasaron el Jordán para entrar en la Gran Llanura frente a Bet San. (I Macabeos 5, 52)

  • Jonatán fue al encuentro del rey a Joppe con fasto; se saludaron y pasaron allí aquella noche. (I Macabeos 11, 6)

  • Pero apenas entró Jonatán en Tolemaida cuando los tolemaiditas cerraron las puertas, le apresaron a él y pasaron a filo de espada a cuantos con él habían entrado. (I Macabeos 12, 48)

  • El año 174 partió Antíoco para el país de sus padres y todas las tropas se pasaron a él de modo que pocos quedaron con Trifón. (I Macabeos 15, 10)

  • Escogió luego en el país 20.000 combatientes y jinetes que partieron contra Cendebeo y pasaron la noche en Modín. (I Macabeos 16, 4)

  • Juan con sus tropas tomó posiciones frente al enemigo y advirtiendo que sus tropas tenían miedo de pasar el torrente, lo pasó él el primero, y sus hombres, al verle, pasaron detrás de él. (I Macabeos 16, 6)

  • y pasaron a la súplica, rogando que quedara completamente borrado el pecado cometido. El valeroso Judas recomendó a la multitud que se mantuvieran limpios de pecado, a la vista de lo sucedido por el pecado de los que habían sucumbido. (II Macabeos 12, 42)

  • Así pasaron los acontecimientos relacionados con Nicanor. Como desde aquella época la ciudad quedó en poder de los hebreos, yo también terminaré aquí mismo mi relato. (II Macabeos 15, 37)

  • por donde, formando un solo pueblo, pasaron los que tu mano protegía mientras contemplaban tan admirables prodigios. (Sabiduría 19, 8)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina