Encontrados 610 resultados para: plagas de Egipto

  • Prenderé fuego a Egipto. Sin se retorcerá de dolor, en No se abrirá brecha y cundirán las aguas. (Ezequiel 30, 16)

  • En Tafnis el día se convertirá en tinieblas cuando yo quiebre allí el yugo de Egipto y se acabe el orgullo de su fuerza. A ella le cubrirá un nubarrón, y sus hijas partirán al cautiverio. (Ezequiel 30, 18)

  • Así haré justicia de Egipto, y se sabrá que yo soy Yahveh. (Ezequiel 30, 19)

  • Hijo de hombre, yo he roto el brazo de Faraón, rey de Egipto, y he aquí que nadie ha curado su herida aplicándole medicamentos y vendas para curarle, de modo que recobre el vigor para empuñar la espada. (Ezequiel 30, 21)

  • Por eso, así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy yo contra Faraón, rey de Egipto; quebraré sus brazos, el que está sano y el que está roto, y haré que la espada caiga de su mano. (Ezequiel 30, 22)

  • Dispersaré a Egipto entre las naciones, lo esparciré por los países. (Ezequiel 30, 23)

  • Robusteceré los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón desmayarán. Y se sabrá que yo soy Yahveh, cuando pongo mi espada en la mano del rey de Babilonia y él la esgrima contra el país de Egipto. (Ezequiel 30, 25)

  • Dispersaré a Egipto entre las naciones, lo esparciré por los países; y se sabrá que yo soy Yahveh. (Ezequiel 30, 26)

  • Hijo de hombre, di a Faraón, rey de Egipto, y a la multitud de sus súbditos: ¿A quién compararte en tu grandeza? (Ezequiel 31, 2)

  • Hijo de hombre, entona una elegía sobre Faraón, rey de Egipto. Le dirás: Leoncillo de las naciones, estás perdido. Eras como un cocodrilo en los mares, chapoteabas en tus ríos, enturbiabas el agua con tus patas, agitabas su corriente. (Ezequiel 32, 2)

  • Abatiré la multitud de tus súbditos, por la espada de guerreros, todos ellos los más bárbaros de las naciones; arrasarán el orgullo de Egipto y toda su multitud será exterminada. (Ezequiel 32, 12)

  • Cuando yo convierta a Egipto en desolación, y el país sea despojado de cuanto contiene, cuando hiera a todos los que lo habitan, sabrán que yo soy Yahveh. (Ezequiel 32, 15)


“O amor e o temor devem sempre andar juntos. O temor sem amor torna-se covardia. São Padre Pio de Pietrelcina