Encontrados 64 resultados para: poderoso

  • Yahveh tu Dios está en medio de ti, ¡un poderoso salvador! El exulta de gozo por ti, te renueva por su amor; danza por ti con gritos de júbilo, (Sofonías 3, 17)

  • porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre (Lucas 1, 49)

  • El les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; (Lucas 24, 19)

  • Moisés fue educado en toda la sabiduría de los egipcios y fue poderoso en sus palabras y en sus obras. (Hechos 7, 22)

  • con el pleno convencimiento de que poderoso es Dios para cumplir lo prometido. (Romanos 4, 21)

  • En cuanto a ellos, si no se obstinan en la incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para injertarlos de nuevo. (Romanos 11, 23)

  • ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso es el Señor para sostenerlo. (Romanos 14, 4)

  • Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena. (II Corintios 9, 8)

  • ya que queréis una prueba de que habla en mí Cristo, el cual no es débil para con vosotros, sino poderoso entre vosotros. (II Corintios 13, 3)

  • Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día. (II Timoteo 1, 12)

  • El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, (Hebreos 5, 7)

  • Pensaba que poderoso era Dios aun para resucitar de entre los muertos. Por eso lo recobró para que Isaac fuera también figura. (Hebreos 11, 19)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina