Encontrados 276 resultados para: profeta Isaías

  • Pero Josafat dijo: «¿No hay aquí algún profeta de Yahveh para que consultemos a Yahveh por su medio?» Respondió uno de los servidores del rey de Israel y dijo: «Esta aquí Eliseo, hijo de Safat, el que vertía el agua en manos de Elías.» (II Reyes 3, 11)

  • Dijo ella a su señora: «Ah, si mi señor pudiera presentarse al profeta que hay en Samaría, pues le curaría de su lepra.» (II Reyes 5, 3)

  • Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: « ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel.» (II Reyes 5, 8)

  • Se acercaron sus servidores, le hablaron y le dijeron: «Padre mío; si el profeta te hubiera mandado una cosa difícil ¿es que no la hubieras hecho? ¡Cuánto más habiéndote dicho: Lávate y quedarás limpio!» (II Reyes 5, 13)

  • Uno de los oficiales dijo: «No, rey mi señor, sino que Eliseo, el profeta que hay en Israel, ha avisado al rey de Israel de las palabras que has dicho en el interior de tu dormitorio.» (II Reyes 6, 12)

  • El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas y le dijo: «Ciñe tu cintura y toma este frasco de aceite en tu mano y vete a Ramot de Galaad. (II Reyes 9, 1)

  • El restableció las fronteras de Israel desde la Entrada de Jamat hasta el mar de la Arabá, según la palabra que Yahveh, Dios de Israel, había dicho por boca de su siervo, el profeta Jonás, hijo de Amittay, el de Gat de Jéfer, (II Reyes 14, 25)

  • Envió a Elyaquim, mayordomo, a Sebná, secretario, y a los sacerdotes ancianos cubiertos de sayal, donde el profeta Isaías, hijo de Amós. (II Reyes 19, 2)

  • Cuando los siervos del rey Ezequías llegaron donde Isaías, (II Reyes 19, 5)

  • Isaías, hijo de Amós, envió a decir a Ezequías: «Así dice Yahveh, Dios de Israel: He escuchado tu plegaria acerca de Senaquerib, rey de Asiria. (II Reyes 19, 20)

  • En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. El profeta Isaías, hijo de Amós, vino a decirle: «Así habla Yahveh: Da órdenes acerca de tu casa, porque vas a morir y no vivirás.» (II Reyes 20, 1)

  • Antes de que Isaías hubiera salido del patio central, le fue dirigida la palabra de Yahveh diciendo: (II Reyes 20, 4)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina