Encontrados 293 resultados para: sabiduría divina

  • Sean tus días estables; la riqueza que salva son la sabiduría y la ciencia, el temor de Yahveh sea tu tesoro. (Isaías 33, 6)

  • Te sentías segura en tu maldad, te decías: «Nadie me ve.» Tu sabiduría y tu misma ciencia te han desviado. Dijiste en tu corazón: «¡Yo, y nadie más!» (Isaías 47, 10)

  • Los sabios pasarán vergüenza, serán abatidos y presos. He aquí que han desechado la palabra de Yahveh, y su sabiduría ¿de qué les sirve? (Jeremías 8, 9)

  • Así dice Yahveh: No se alabe el sabio por su sabiduría, ni se alabe el valiente por su valentía, ni se alabe el rico por su riqueza; (Jeremías 9, 22)

  • A Edom. Así dice Yahveh Sebaot: ¿No queda ya sabiduría en Temán? ¿Pereció la prudencia de los entendidos, se evaporó su sabiduría? (Jeremías 49, 7)

  • ¡Es que abandonaste la fuente de la sabiduría! (Baruc 3, 12)

  • Los hijos de Agar, que andan buscando la inteligencia en la tierra, los mercaderes de Madián y de Temán, los autores de fábulas y los buscadores de inteligencia, no conocieron el camino de la sabiduría ni tuvieron memoria de sus senderos. (Baruc 3, 23)

  • Con tu sabiduría y tu inteligencia te has hecho una fortuna, has amontonado oro y plata en tus tesoros. (Ezequiel 28, 4)

  • Por tu gran sabiduría y tu comercio has multiplicado tu fortuna, y por su fortuna se ha engreído tu corazón. (Ezequiel 28, 5)

  • por eso, he aquí que yo traigo contra ti extranjeros, los más bárbaros entre las naciones. Desenvainarán la espada contra tu linda sabiduría, y profanarán tu esplendor; (Ezequiel 28, 7)

  • Hijo de hombre, entona una elegía sobre el rey de Tiro. Le dirás: Así dice el Señor Yahveh: Eras el sello de una obra maestra, lleno de sabiduría, acabado en belleza. (Ezequiel 28, 12)

  • Tu corazón se ha pagado de tu belleza, has corrompido tu sabiduría por causa de tu esplendor. Yo te he precipitado en tierra, te he expuesto como espectáculo a los reyes. (Ezequiel 28, 17)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina