Encontrados 56 resultados para: soldados romanos

  • Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro lotes, un lote para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. (Juan 19, 23)

  • Por eso se dijeron: «No la rompamos; sino echemos a suertes a ver a quién le toca.» Para que se cumpliera la Escritura: Se han repartido mis vestidos, han echado a suertes mi túnica. Y esto es lo que hicieron los soldados. (Juan 19, 24)

  • Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero y del otro crucificado con él. (Juan 19, 32)

  • sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. (Juan 19, 34)

  • Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, (Hechos 2, 10)

  • Le apresó, pues, le encarceló y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que le custodiasen, con la intención de presentarle delante del pueblo después de la Pascua. (Hechos 12, 4)

  • Cuando ya Herodes le iba a presentar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; también había ante la puerta unos centinelas custodiando la cárcel. (Hechos 12, 6)

  • Cuando vino el día hubo un alboroto no pequeño entre los soldados, sobre qué habría sido de Pedro. (Hechos 12, 18)

  • y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar.» (Hechos 16, 21)

  • Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos romanos, nos echaron a la cárcel; ¿y ahora quieren mandarnos de aquí a escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.» (Hechos 16, 37)

  • Los lictores transmitieron estas palabras a los pretores. Les entró miedo al oír que eran romanos. (Hechos 16, 38)

  • Inmediatamente tomó consigo soldados y centuriones y bajó corriendo hacia ellos; y ellos al ver al tribuno y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. (Hechos 21, 32)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina