Encontrados 54 resultados para: testigos

  • Toda la gente que estaba en la puerta y los ancianos repondieron: «Somos testigos. Haga Yahveh que la mujer que entra en tu casa sea como Raquel y como Lía, las dos que edificaron la casa de Israel. Hazte poderoso en Efratá y sé famoso en Belén. (Rut 4, 11)

  • no me entregues al ansia de mis adversarios, pues se han alzado contra mí falsos testigos, que respiran violencia. (Salmos 27, 12)

  • Testigos falsos se levantan, sobre lo que ignoro me interrogan; (Salmos 35, 11)

  • «Muramos todos en nuestra rectitud. El cielo y la tierra nos son testigos de que nos matáis injustamente.» (I Macabeos 2, 37)

  • Que los hijos nacidos de sueños culpables son testigos, en su examen, de la maldad de los padres. (Sabiduría 4, 6)

  • y toma por fieles testigos míos al sacerdote Urías y a Zacarías, hijo de Baraquías.» (Isaías 8, 2)

  • Congréguense todas las gentes y reúnanse los pueblos. ¿Quién de entre ellos anuncia eso, y desde antiguo nos lo hace oír? Aduzcan sus testigos, y que se justifiquen; que se oiga para que se pueda decir: «Es verdad.» (Isaías 43, 9)

  • Vosotros sois mis testigos - oráculo de Yahveh - y mi siervo a quien elegí, para que me conozcáis y me creáis a mí mismo, y entendáis que yo soy: Antes de mí no fue formado otro dios, ni después de mí lo habrá. (Isaías 43, 10)

  • Yo lo he anunciado, he salvado y lo he hecho saber, y no hay entre vosotros ningún extraño. Vosotros sois mis testigos - oráculo de Yahveh - y yo soy Dios; (Isaías 43, 12)

  • No tembléis ni temáis; ¿no lo he dicho y anunciado desde hace tiempo? Vosotros sois testigos; ¿hay otro dios fuera de mí? ¡No hay otra Roca, yo no la conozco!» (Isaías 44, 8)

  • ¡Escultores de ídolos! Todos ellos son vacuidad; de nada sirven sus obras más estimadas; sus testigos nada ven y nada saben, y por eso quedarán abochornados. (Isaías 44, 9)

  • Lo apunté en mi escritura, sellé, aduje testigos y pesé la plata en la balanza. (Jeremías 32, 10)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina