Encontrados 34 resultados para: toca

  • o bien, uno toca cualquier cosa impura, sea el cadáver de una fiera impura, o el de ganado impuro o el de un bicho impuro, y, aun sin darse cuenta, se hace así él mismo impuro y culpable; (Levítico 5, 2)

  • o bien, uno toca cualquiera de las inmundicias humanas con que puede contaminarse, sin darse cuenta; y, saberlo, se hace culpable; (Levítico 5, 3)

  • Si alguien toca cualquier cosa inmunda, sea inmundicia de hombre, o de animal, o cualquier otra abominación impura y luego come de la carne del sacrificio de comunión ofrecido a Yahveh, será exterminado de su parentela. (Levítico 7, 21)

  • Todo el que toca un muerto, un cadáver humano, y no se purifica, mancha la Morada de Yahveh; ese individuo será extirpado de Israel, porque las aguas lustrales no han corrido sobre él: es impuro; su impureza sigue sobre él. (Números 19, 13)

  • A mí me toca la venganza y el pago para el momento en que su pie vacile. Porque está cerca el día de su ruina, ya se precipita lo que les espera. (Deuteronomio 32, 35)

  • Nadie los toca si no es con hierro o el fuste de una lanza para ser consumidos por el fuego. (II Samuel 23, 7)

  • Zorobabel, Josué y los restantes cabezas de familia israelitas les contestaron: «No podemos edificar juntos nosotros y vosotros una Casa a nuestro Dios: a nosotros solos nos toca construir para Yahveh, Dios de Israel, como nos lo ha mandado Ciro, rey de Persia.» (Esdras 4, 3)

  • Pero extiende tu mano y toca todos sus bienes; ¡verás si no te maldice a la cara!» (Job 1, 11)

  • Pero extiende tu mano y toca sus huesos y su carne; ¡verás si no te maldice a la cara!» (Job 2, 5)

  • Y ahora que otro tanto te toca, te deprimes, te alcanza el golpe a ti, y todo te turbas. (Job 4, 5)

  • Todo esto es lo que hemos observado: y así es. A ti te toca escuchar y aprovecharte. (Job 5, 27)

  • El que mira a la tierra y ella tiembla, toca los montes y echan humo. (Salmos 104, 32)


“Se quiser me encontrar, vá visitar Jesus Sacramentado; eu também estou sempre lá.” São Padre Pio de Pietrelcina