Encontrados 729 resultados para: vida larga

  • y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre con este recado: «Esto hemos encontrado: examina si se trata de la túnica de tu hijo, o no.» (Génesis 37, 32)

  • Con esto seréis probados, ¡por vida de Faraón!, no saldréis de aquí mientras no venga vuestro hermano pequeño acá. (Génesis 42, 15)

  • Enviad a cualquiera de vosotros y que traiga a vuestro hermano, mientras los demás quedáis presos. Así serán comprobadas vuestras afirmaciones, a ver si la verdad está con vosotros. Que si no, ¡por vida de Faraón!, espías sois.» (Génesis 42, 16)

  • Dios me ha enviado delante de vosotros para que podáis sobrevivir en la tierra y para salvaros la vida mediante una feliz liberación. (Génesis 45, 7)

  • Respondió Jacob a Faraón: «Los años de mis andanzas hacen 130 años: pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han llegado a igualar los años de vida de mis padres, en el tiempo de sus andanzas.» (Génesis 47, 9)

  • Dijeron ellos: «Nos has salvado la vida. Hallemos gracia a los ojos de mi señor, y seremos siervos de Faraón.» (Génesis 47, 25)

  • Jacob vivió en Egipto diecísiete años, siendo los días de Jacob, los años de su vida, 147 años. (Génesis 47, 28)

  • les amargaron la vida con rudos trabajos de arcilla y ladrillos, con toda suerte de labores del campo y toda clase de servidumbre que les imponían por crueldad. (Exodo 1, 14)

  • diciéndoles: «Cuando asistáis a las hebreas, observad bien las dos piedras: si es niño, hacedle morir; si es niña dejadla con vida.» (Exodo 1, 16)

  • Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños. (Exodo 1, 17)

  • Llamó el rey de Egipto a las parteras y les dijo: «¿ Por qué habéis hecho esto y dejáis con vida a los niños?» (Exodo 1, 18)

  • Entonces Faraón dio a todo su pueblo esta orden: «Todo niño que nazca lo echaréis al Río; pero a las niñas las dejaréis con vida.» (Exodo 1, 22)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina